29 de diciembre de 2013

Sábado por la noche.

Con @marialoudest

Vuelvo a escribir un sábado por la noche, noches de estrellas y cervezas, no más sueños, desde que perdí tus ojos marrones en algún bus de las siete y tu pelo rojo a la sombra de algún gorro, sombras que ahora en mis ojeras se reflejan

Vuelvo a escribir un sábado por la noche que pronto se metamorfoseará en un triste domingo de madrugada. Porque el tiempo arrasa con todo, dejando cada cosa diferente a como estaba antes, cada sentimiento dejado al azar lo transforma en algo que nunca podrá volver a ser la sensación antigua. Por eso he dejado de quererte. Porque di tiempo al tiempo y este lo único que hizo es su trabajo. Llevarse todo por delante.

Vuelvo a escribir un sábado por la noche, porque joder, Neruda está muerto y las canciones de amor se quedaron en La Moneda, sangrando con un grito de Allende. Sangrando como sangran las mañanas cuando no te encuentro en mi almohada, cuando tus versos han dejado de susurrarme y los míos suspiran a la soledad de este frío del maldito invierno. Eterno

Vuelvo a escribir porque llorar se lo dejo al resto. El frío que has dejado lo voy a poner en venta, lo venderé al peso y ganaré millones de alegrias.

Vuelvo sin más, porque me abandonaron en la cuneta del destino, kilómetro 2323 en la carretera de la vida, sin más protección que un boli y la tinta de mis venas, sin más grúa que tus besos que lleven hacía un domingo... Joder, hacia un domingo menos triste. De gemidos. Y más cerveza.

12 de diciembre de 2013

Pesadillas

Te fuiste, sin más. Sin cartas de despedida. Sin hostia de -no-quiero-volverte-a-ver-.  Sin lagrimas en este invierno cálido. Sin un último beso en la seca lluvia. Te fuiste. 

Te fuiste dejando un mar de lunares y una espalda marcada por las gotas de tu mirada. Y los susurros se perdieron en las noches de silencios como se perdieron los gritos en un abismo de tachones y tinta seca. Te fuiste.

Y mírame ahora, sin más consuelo que una sonrisa en pasado y... Futuro. Sin más. Sin más luz que la del recuerdo de alguna oscura noche, sin estrellas, pero contigo. 
Te fuiste... Y joder vuelve.




-Putas pesadillas-
Te beso.
Volvemos a dormir.

15 de noviembre de 2013

Vie(r)nes

Viernes sin "r" de vienes. De vienes a volar. De vamos a contarte los lunares, a contarte estrellas, y también a susurrártelas, susurrártelas entre otros muchos versos. Versos que se han quedado con ganas de morirte, con ganas de acariciarte cada mirada y que ahora buscan cualquier punto final para olvidarte, o alguna coma sin sentido que acabe en borrón, pero no en cuenta nueva, porque quieren seguir contándote los besos, hasta que no queden matemáticas, ni ciencia más allá de tus piernas, que a su vez son poesía, son Machado cantando a Castilla; Sudamérica recitando a Neruda, Benedetti y Cortázar...

Desde la rabia. Con @olgapablo9

http://sangreenlaspalabras.blogspot.com.es/2013/10/desde-la-rabia.html?m=1

7 de noviembre de 2013

Distancia...

La lluvia mojaba el cristal, y cada gota moría en el silencio de la mañana, en completa soledad, allá, a demasiados kilómetros de donde una vez nació. Distancia...
Y en este bus, el de cada mañana, repleto de fracasos, de sueños, repleto de paralelismos... Bueno, en este bus estoy yo, acompañado simplemente de mis cascos y cualquier libro de poesía que me susurre, mientras tú, en algún rincón de Madrid, probablemente algún cruce de Atocha, vagas con cara de sueño(s). Distancia...

Dicen de morder los kilómetros que nos separan, pero prefiero morder tus labios buscando una sonrisa con la que quedarme a bailar toda la tarde. Dicen que la estaciones hablan de despedidas, pero allí un día te encontré, y aún con la mirada perdida, en "llegadas" te encuentro. Dicen que los días de lluvia son fríos, pero el vaho de tus ojos verdes no confiesa lo mismo.
Dicen que las gotas no lloran por la distancia... Pero eso es porque aún recuerdan la primera vez que te vieron.

25 de octubre de 2013

Escribiendo a tus ojeras.

Eran noches de insomnio,
de momentos eternos
perdidos entre líneas,
Benedetti, Bukowski, Lorca...

Y escribirte con arañazos en el cuello,
escribir a la sombra de tus ojos,
que desde la oscuridad
me roba susurros
sin más consideración
que la locura en nuestra mirada.

Y despertarme en tus sombras,
pero sólo en sueños,
porque tu reflejo 
en aquel tren de Atocha
se perdió en los cruces
del recuerdo...

Se perdió y sigo esperando
que tus ojeras vuelvan,
que vuelvas,
a iluminar oscuridad
como aquella noche
iluminaste Atocha,
todo Madrid.

9 de octubre de 2013

Martes.

Salir de amarillo, para tentar a la suerte, y que la suerte me tiente a mi poniéndome una litro camuflada de plástico verde en mis manos. Y beber un martes como si no hubiera miércoles. Ayudado por vodka, blanco, morado y de todos los colores, olvidar que la aceleración normal es la velocidad al cuadrado partido del radio de curvatura, y perdido en la curvatura de tu sonrisa volver a beber de eso que sabe a -me-parece-que-hoy-no-duermo-sin-soñar- y dar otro trago a tu recuerdo para acabar brindando con los labios de aquella a la que, en vez de su zapato, me de un buen trago a su cubata.

Y mañana, miércoles de resaca, dar las gracias a Cervantes, por un martes de tientos, también a la suerte; vestido de amarillo, una litro y mucho vodka; mientras en una noche de frío y estrellas, besarte tus labios secos, sabor melancolía.

4 de octubre de 2013

Libre, contigo.

Nos sorprendió el abismo
cada vez que sobrevolamos
la insensatez de tus rojos labios,
rozando los míos, 
secos

Volví a tu cuello y entonces, 
no fue tiempo para complejos,
volamos alto,
sobre nuestros miedos.

Y recostado sobre tu pecho,
te sentí,
como nunca,
libre.

Sin abismos, 
sin complejos
y sin miedos.
Sin cadenas.
Libre.
Sin más.

30 de septiembre de 2013

Mañanas de rutina sin ti.

Como una negra sombra
que apaga tus alegres ojos.

Como un momento de locura
en una mañana olvidada,
enterrada en la locura
de mil poetas sin musa,
si quiera sin boli.

La locura de recordarte
durante estas seis horas
de cárcel constante,
en la que la biología
no es más que tu forma,
las matemáticas,
la incógnita,
tus ojeras.

Y nuestras miradas
algún día olvidadas
a la oscuridad
de un susurro perdido,
la filosofía,
Sócrates muero por justicia,
Marx anhelando libertad. 

22 de septiembre de 2013

Desde qué te fuiste...

Desde qué te fuiste la tinta no ha vuelto a recorrer mis venas. Desde qué tus ojos azules se apagaron sumergidos en una despedida inexistente, sólo veo sombras, y a veces tu recuerdo que llora en cada esquina, buscando la realidad que aquel día se evaporó con otras tantas ilusiones. Desde qué tu sonrisa se perdió en lo eterno de aquel -adiós- mi letra ha cambiado y ahora busca otra musa que con una caricia le de forma, para volver a brillar. Desde qué tu pelo rubio me acarició por última vez el otoño se ha apoderado de mi, lleno de caídas.

Sigo mordiendo la distancia a kilómetros cada vez que recuerdo como me quedé callado, mirando el piercing de tu nariz y nunca te dije esto, lejos, en una tarde de lloroso o lluvioso (no recuerdo muy bien) verano.
Y ahora sólo me queda escribir(te) con la esperanza de que algún día me leas, al igual que yo te sueño.

9 de septiembre de 2013

Olvidado.

Como un cuaderno en blanco
en una habitación oscura.

Como aquella musa de ojos verdes
sentada en la mesa de en frente.

Como todos esos héroes,
corazón morado,
enterrados en cunetas.

Como ese libro de Benedetti
en una desierta biblioteca.

Como unas pecas anónimas
en la foto del corcho.

Como Lorca, fusilado, 
suplicando "medio pan y un libro".

Olvidado...
Pero buscando eternidad.

2 de septiembre de 2013

Devolverme a ti.

La calle está vacía,
y la noche
es demasiado gris
como para
no mirarte
a los ojos,
e iluminar
la constante caída,
el eterno bucle 
en el que 
se ha convertido,
en el que 
has convertido
mi vida.

Y todavía 
sigo aquí,
preguntándome 
cómo tus labios
pueden,
con un toque 
de magia,
salvar la caída y
devolverme 
a la superficie,
devolverme
a ti.

20 de agosto de 2013

El mar tras la ventanilla.

El mar tras la ventanilla.
Al igual que tu, 
tus miradas perdidas
tras la ventanilla,
de lo incierto,
de lo desconocido.

Vuelvo a verte,
quizás soñarte,
pero lo cierto
es que no te tengo,
y no te siento aquí,
conmigo...

...y...
Ya va siendo hora
de bajar la ventanilla.

19 de agosto de 2013

A ti, la chica de la mesa de al lado.

Calurosa mañana de agosto, 13:23,
 algún bar de la costa andaluza.

Sentado con mis cascos, inseparables. 
Bukowski en mis manos. Sólo.
Si, odio la arena y tengo alergia
a la humedad. Cerveza sin más.

Tu, tus padres. Coca-Cola.
Bikini Ralph Lauren.
Ni idea de quien es Bukowski.
No paras de mirar.

Siento odio, asco.
Me vuelves a mirar. Sonríes.
Me pongo las gafas.
Te miro mal.

Me voy. Se acabó.
Hasta nunca.

Puede que nunca
me vuelva a enamorar.

13 de agosto de 2013

Insomnio II

Martes trece, locura, aburrimiento y @Guille8Martinez  ¿Resultado?



Cuatro fragmentos y tu recuerdo.

I
Miré al cielo,
busqué.
Y encontré soledad

II
 Echaba de menos la vida... 
Y también tus 
-¿vives?-

III
Susurro. 
-Me encantas-. 
Despiertas. 
Sonrió. 
Vuelves a dormir.

IV
Perderme.
Entre líneas,
bajo sábanas 
y sobre ti.

12 de agosto de 2013

Rezando al error

Noches eternas 
de frío y sudor,
nos resignamos 
a esquivar el recuerdo,
a mimar el olvido
Y encontrarnos
 cara a cara,
solo(s) en sueños.

Fue entonces cuando 
sin mucha fe,
comencé a rezar al error
con la remota esperanza
de qué la confusión 
de un eterno baile,
de una sangrienta lucha
a muerte,
entre el pasado y el futuro
volviera a traerte...
a mi presente.

5 de agosto de 2013

13 Rosas

En el 74 aniversario del asesinato de las 13 rosas. 
Con @olgapablo9

Envueltas en el olvido
de una sociedad sin conciencia, 
de una sociedad sin memoria.
Inmortales en el recuerdo
de la juventud combativa.

Avanzan con paso firme,
con el corazón ensangrentado
por la victoria del fascismo,
en su ciudad, su país, su barrio.
Pero allá van ellas,
con el puño bien alto,
la tricolor al hombro 
y  la lucha en sus manos.

Mujeres que pelean,
mujeres que gritan,
cargadas de odio,
rabia y dolor.
Sin nada que las detenga.
Sin miedo.
Con ansias de libertad,
justicia e igualdad.

Con el alma más valiente
que cualquier hombre.
Sin dejarse manipular.
Sin dejarse querer.

Allá van ellas,
con la cabeza bien alta
construyendo futuro,
venciendo fusiles 
y es que aún 
no han logrado acallar 
sus gritos de libertad.

30 de julio de 2013

Durmiendo en sus lunares.

Y allí se quedó el recuerdo, a dormir en sus lunares.

Fue un instante, suficiente, un suspiro del viento, algo que encerró su pelo en una corriente gélida que la hizo flotar. Y entonces yo me congelé al mismo tiempo, entre las aguas inmensas de su espalda, y fue allí, donde tal movimiento, no solo de sentimientos, me hizo marear, volar y quizás por eso hoy no pueda expresarme, no me permita recordar.

Entre sus infinitos lunares y la simétrica curva que era su columna vertebral, me perdí, y conmigo el recuerdo, que cómodamente entre una de esas constelaciones que residían en su espalda se quedó para siempre, a vivir, a soñar, cálido, buscando sus caricias, buscando ser un recuerdo nunca olvidado. 
Sólo entre ella. 

10 de julio de 2013

Insomnio

Porque las noches de verano se hacen más llevaderas cuando el insomnio no sólo se apodera de ti.
El desahogo de noches de calor junto a @olgapablo9

8 de julio de 2013

De mentiras y naufragios de verdad.

Mientras aprendemos a vivir, 
nos perdemos en un mar de mentiras. 

Y ese mar se llena de mil olas con tu forma,
de largas noches de conversación infinita,
de libros enmarcados en la eternidad,
de insomnio duramente personificado
y de ojeras y labios jodidamente secos.

Pero de pronto despertamos, aprendemos,
y deseamos dejar de nadar en la mentira.

Y es cuando naufragamos en la realidad.

Dura, pero real. 

7 de julio de 2013

Diario de un trayecto.

Diario de un trayecto,
allí donde eras tu la partida
y una incógnita el destino.

Un destino que parada a parada
se nublaba, como tus ojos
cuando acariciábamos el futuro.

Y fue el futuro un reflejo, oscuro,
si, como cada túnel atravesado,
del doloroso presente vivido.

Vivía, pero de mentira, 
como cuando andaba,
sólo mirando al suelo.

Pero el suelo no hablaba, 
y yo, agobiado, sin consuelo,
no logré encontrar respuesta.

Sólo pude mirar tu reflejo, 
en la ventanilla más sucia,
y seguir escribiéndote.

Te escribí, pero no encontré respuesta, ni la tuya tampoco, y sólo pude encaminarme a un futuro donde aún quedaran cosas que perder, porque ya sabes que soy un suicida, sin miedo al derrumbe, sin miedo a perderme en el trayecto, ni en tus labios. 
Y sólo pude firmar con tus iniciales este diario de viaje, que agoniza, sin tu gesto pensativo reflejada en mi ventanilla.