de frío y sudor,
nos resignamos
a esquivar el recuerdo,
a mimar el olvido
Y encontrarnos
cara a cara,
solo(s) en sueños.
Fue entonces cuando
sin mucha fe,
comencé a rezar al error
con la remota esperanza
de qué la confusión
de un eterno baile,
de una sangrienta lucha
a muerte,
entre el pasado y el futuro
volviera a traerte...
a mi presente.
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