22 de junio de 2014

Ruinas

He descubierto el silencio,
entre los susurros 
de un atardecer 
a la orilla de la vida.

He encontrado
los gritos de una sociedad malherida
-desesperanza-
a punto de tirarse al precipicio,
al vacío de las realidades,
al invierno de los sentimientos.

Y ahora...
me sangran los nudillos,
y las lágrimas no duermen,
(Jodido insomnio)
nos hemos quedado sin voz
y el miedo...
el miedo siempre gana.
También a los sueños,
al amor.

Como Grecia.
Como este mundo de mierda...
En ruinas.

12 de junio de 2014

Tormenta de ti

Con la gran @OlgaDrabkina_

Una noche más me he despertado con la lluvia sonando y la poesía iluminando la oscuridad del olvido. Una noche más mis sueños se han quedado en mis dedos con ganas de tocarte y en mis labios, salados, a punto de curarte la herida más grande que te encuentro, la distancia. Otra vez me encuentro en el centro de este bucle de palabras silenciadas por el viento. Otra vez recuerdo que es eso de hundirme en tu mirada, tocar fondo y morir de algo parecido a la nostalgia. Y sin querer, otra vez, otra noche, caminar de puntillas por los limites de tu boca. 
Que le has robado al insomnio mis madrugadas y las has moldeado con la forma de tu clavícula, para que con mis versos la acaricie. Y querer acampar en ella. Y querer beber de ti, decirte lo difícil que es esto de no poder dejar de recordar tus manos. Y en uno de esos momentos en los que el tiempo me quita el aliento, convertirte en sueño.

En sueño, en pesadilla y en realidad, a las tres de la mañana, cuando fuera sigue la tormenta de verano,
y dentro...

Dentro la tormenta de ti.

5 de junio de 2014

Destino olvido.

He decidido esperar al silencio, tumbado en las vías del tren -próxima y única parada, olvido-. 
Con algo de suerte, el humo que anuncia su llegada, o la tuya (aún no lo tengo demasiado claro) me ahogará y el problema no es que la sangre se quede sin oxígeno, la movida es que mi tinta se quedará sin tus ojos.
Y mientras espero que me sellen (con tu indiferencia) el billete del -uno más-, sigo tumbado, mirando al sol, quedándome ciego, no quiero mirar si no es a tus lunares, y encontrar el camino.
Joder, que calor hace en el mundo de los des (-pedidas, -esperanzas...). Tengo sed y se me ha acabado la cerveza... Sospecho que sólo me quedan lágrimas.
Te avisé, la realidad era demasiado pura y el tu demasiado adictivo.