He descubierto el silencio,
entre los susurros
de un atardecer
a la orilla de la vida.
He encontrado
los gritos de una sociedad malherida
-desesperanza-
a punto de tirarse al precipicio,
al vacío de las realidades,
al invierno de los sentimientos.
Y ahora...
me sangran los nudillos,
y las lágrimas no duermen,
(Jodido insomnio)
nos hemos quedado sin voz
y el miedo...
el miedo siempre gana.
También a los sueños,
al amor.
Como Grecia.
Como este mundo de mierda...
En ruinas.
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