15 de diciembre de 2014

Volver

Una vez más, con @OlgaDrabkina_ . Porque es mucho más fácil volver si es con ella.

Volvieron las noches de invierno. Frío y poesía, lluvia en tus ojos, versos empapados de ausencias y heridas con forma de reloj, que deja escapar cada segundo, que dejan sangrar el tiempo.
Regresaron, cansadas, las sonrisas rotas, los sueños abandonados. Las ganas de perderse, de encontrarte, de pintar, con los ojos cerrados, el cielo más azul.
Las metáforas, cansadas de las miradas vacías, volvieron a susurrar, volvieron a escribirte en silencio.
Pero el miedo se apoderó de su tinta y su tinta cayó entre tus lunares tatuadote un beso, un silencio en cualquier rincón de Madrid. 
Volviste. 
Y todas, todas las pesadillas, las noches enteras sin dormir, los gritos sofocados. Todos aquellos fantasmas de aquellas canciones, de aquellos recuerdos, de aquellas habitaciones. Y la oscuridad, toda ella. Se rindieron ante ti. Se rindieron ante la evidencia de tus manos, ante la rebeldía de tus labios, ante la insensatez de tu sonrisa. Se rindieron ante nosotros, porque los suspiros se volvieron comas y las lágrimas se convirtieron entonces en el deshielo, el deshielo de un otoño de caídas, de búsquedas, de no encontrarte.

14 de octubre de 2014

Mirada. (415. II)

Una mirada a la altura de la eternidad.

Una mirada a los ojos de ese dios que unos llaman Dios, y que otros llamamos poesía. Un dios que en realidad es dolor. Vida.

Una mirada que es tinta seca, lluvia de otoño. Lágrimas.

Una mirada, un susurro, un grito. Silencio.

Una mirada de auxilio, de libertad, de cadenas. De vacío.

Una mirada que tiembla, como una estación, sus manos, al paso del tren invierno. Frío.

Una mirada...
Que se apaga.

7 de septiembre de 2014

Arte.

Arte se llama, aunque arte es ella. Con la gran @OlgaDrabkina_

http://sangreenlaspalabras.blogspot.com.es/2014/08/arte.html?m=1

27 de agosto de 2014

Ojeras.

"Que las ojeras son la huella que dejan los sueños en los que se besa mucho."
Monica Gae.

Perseguimos algo demasiado lejano,
de ahí las ojeras.

De demasiadas noches sin dormir, 
soñando(te) a gritos.

De la tristeza acumulada
en madrugadas de ¿por qués?

De la calle vacía,
distrito invierno, 
ciudad olvido.

De las lágrimas derramadas
y las sonrisas apagadas.

De los besos inacabados,
y los labios ensangrentados.

De cada uno de tus lunares...
de tus ojos marrón eternidad.

De todo ello mis ojeras,
tu recuerdo.

19 de agosto de 2014

Vivirte, despertar.

Me he despertado entre lágrimas. Empapado en versos que acarician tu cuello a demasiados kilómetros de aquí, a demasiados poemas de mi almohada, a demasiadas miradas de mi vida,,,
Me he despertado con heridas en los labios de tanto soñarte y no besarte, y en mi ventana, no se ha visto amanecer. Joder, te has llevado toda la luz y ahora las mañanas siguen siendo noches, excusas para recordarte. A la luz de la cerveza, a la sombra de la poesía.
Me he despertado y en mi pared he descubierto todos tus lunares que me dejé por recorrer, como cada estrella que nos dejamos por contar aquella noche en Madrid. Aquella noche en la que como nunca el insomnio me acorraló entre (metáforas de la vida) tu más cercano recuerdo.
Y ahora que te he sentido respirar demasiado cerca, ahora que te he vivido y ya no quiero soñarte más, ahora que he despertado me mantienen vivos tus suspiros, tus miradas, tus caricias, tus gritos de locura, tus versos de eternidad.

21 de julio de 2014

Crónica de una juventud abandonada.

Sus ojos verdes, de una hermosura maligna -como llamaría Cortázar a la locura de su mirada- habían llorado el polvo del susurro del recuerdo. Habían olvidado la realidad de los sueños, y el placer del insomnio. Sus ojos habían gritado, habían pedido auxilio al vacío del pasado, habían sangrado la vida y vivido el dolor. Habían cantado veinte canciones desesperadas y un sólo poema de amor; que había llenado de metáforas cada pestañeo, cada caricia a la eternidad perdida.
Silencio.
Soledad.
Invierno. 
Crónica de una juventud abandonada.

7 de julio de 2014

415

Creo que se me ha metido algo en el ojo.
Creo que es la vida.
Creo que se escapa.

Y yo miro, 
porque no se qué hacer. 
Miro esas manos deshechas, 
esa mirada perdida,
ese olor a pasado.

Y veo las lágrimas,
veo los suspiros
y las noches sin dormir.
Veo números. (Que ya no cuentan besos,
                        ni momentos)
Números sin futuro.
415.
Puto 4, jodido 1 y maldito 5;
cuánto dolor esconden,
cuántas realidades arrancadas...

Y sigo sin saber que hacer.
Sigo sin saber que decir.
Sigo sin saber que sentir.

Se me ha metido algo en el ojo.
Creo que (te) necesito llorar.

22 de junio de 2014

Ruinas

He descubierto el silencio,
entre los susurros 
de un atardecer 
a la orilla de la vida.

He encontrado
los gritos de una sociedad malherida
-desesperanza-
a punto de tirarse al precipicio,
al vacío de las realidades,
al invierno de los sentimientos.

Y ahora...
me sangran los nudillos,
y las lágrimas no duermen,
(Jodido insomnio)
nos hemos quedado sin voz
y el miedo...
el miedo siempre gana.
También a los sueños,
al amor.

Como Grecia.
Como este mundo de mierda...
En ruinas.

12 de junio de 2014

Tormenta de ti

Con la gran @OlgaDrabkina_

Una noche más me he despertado con la lluvia sonando y la poesía iluminando la oscuridad del olvido. Una noche más mis sueños se han quedado en mis dedos con ganas de tocarte y en mis labios, salados, a punto de curarte la herida más grande que te encuentro, la distancia. Otra vez me encuentro en el centro de este bucle de palabras silenciadas por el viento. Otra vez recuerdo que es eso de hundirme en tu mirada, tocar fondo y morir de algo parecido a la nostalgia. Y sin querer, otra vez, otra noche, caminar de puntillas por los limites de tu boca. 
Que le has robado al insomnio mis madrugadas y las has moldeado con la forma de tu clavícula, para que con mis versos la acaricie. Y querer acampar en ella. Y querer beber de ti, decirte lo difícil que es esto de no poder dejar de recordar tus manos. Y en uno de esos momentos en los que el tiempo me quita el aliento, convertirte en sueño.

En sueño, en pesadilla y en realidad, a las tres de la mañana, cuando fuera sigue la tormenta de verano,
y dentro...

Dentro la tormenta de ti.

5 de junio de 2014

Destino olvido.

He decidido esperar al silencio, tumbado en las vías del tren -próxima y única parada, olvido-. 
Con algo de suerte, el humo que anuncia su llegada, o la tuya (aún no lo tengo demasiado claro) me ahogará y el problema no es que la sangre se quede sin oxígeno, la movida es que mi tinta se quedará sin tus ojos.
Y mientras espero que me sellen (con tu indiferencia) el billete del -uno más-, sigo tumbado, mirando al sol, quedándome ciego, no quiero mirar si no es a tus lunares, y encontrar el camino.
Joder, que calor hace en el mundo de los des (-pedidas, -esperanzas...). Tengo sed y se me ha acabado la cerveza... Sospecho que sólo me quedan lágrimas.
Te avisé, la realidad era demasiado pura y el tu demasiado adictivo.

22 de mayo de 2014

(Des)esperanza.

Que jodido es llorar.
Quizás sea un cobarde, y por eso lo haga sólo, de noche y en silencio; quizás por eso nunca encuentre las palabras exactas ni las miradas justas, y quizás también por eso te haya besado mil veces solo en sueños, de esos en los que tu no crees.
Me he despertado sangrando, y esta vez no solo tinta, me he despertado en medio de una triste lluvia y de demasiado frío, frío... donde hace un rato había primavera.
Sufro el insomnio de la esperanza y le he prometido silencio al tiempo. Al olvido o a la eternidad.

18 de mayo de 2014

Interrogantes

¿Has bailado alguna vez con la luna?
¿Has sentido el frío de alguna despedida?
¿Han soñado tus lunares al susurro de sus versos?
¿Han sentido tus manos el miedo a no volver a tocarla?
¿Han sido tus ojeras uno de sus bocetos?
¿Has gritado una lágrima en su cuello?
... 
¿La has mirado a los ojos?

9 de mayo de 2014

Inflexión

Me he quedado con los bolis secos, las noches se han vuelto frías y a las metáforas ya nadie las susurra.
El mundo, mi mundo, ahora es un grito, un grito de silencio, que se derrumba entre las llamas del olvido, a la luz de ninguna mirada.
Y es que sigo esperando que tus ojos verdes respondan a alguna de mis llamadas de socorro en forma de guiño a la jodida realidad, esa que te lleva lejos de mis versos, que más que nunca se han quedado sordos. Vacíos.
Y es que estoy cansado de las sonrisas que son lágrimas, de los saludos que son despedidas, de las heridas sin sangre... Necesitaba gritar, mucho, alto. Arder, como París en el 68. Para ahora poder volver(te) a susurrar

25 de abril de 2014

Lo que soy

He pasado demasiadas madrugadas sin dormir, pensando en un "¿por qué?" a la vida, pero hacia mucho tiempo que no me enfrentaba al silencio, a una hoja en blanco, con los ojos rojos, lágrimas en la cara.
Que me he refugiado en miles de versos, y para que engañarnos, de besos también, pero esta noche... Esta noche no queda más refugio que un lápiz sin punta para una vida sin sentido.
Y me he vestido de sueños, y joder, al despertarme eran tachones. Decidí jugar a las metáforas y ahora son las metáforas las que juegan conmigo. Porque en eso se ha convertido todo, en un juego, en metáforas, en ese silencio, esa hoja en blanco, en muchos tachones y en todas mis lágrimas.
Hacia demasiado tiempo que no gritaba, quizás me esté quedando sordo...
Ayuda.
Que esto es todo lo que soy.

6 de abril de 2014

He arañado un final al viento.

He arañado un final al viento. Un final con susurros, pero sin más despedida que nuestros versos, sin más despedida que una noche de insomnio, a la luz de la poesía.
He sangrado tinta demasiadas veces y ahora tengo los bolis secos... Demasiadas madrugadas esperando a escribirte, esperando a vivir.
Y joder, tu tan lejos, sin finales en el mundo de la eternidad, sin miedo a tratar mal las metáforas y que estas lloren y llenen todo de tachones, como si las palabras hubieran bebido demasiada cerveza...
He soñado con quedar escrito en tu cuerpo, con tatuarte un verso en la clavícula, junto a Madrid. -He arañado un final al viento- en tu piel, rozando tus lunares, que cuando te mires al -espejo-roto-de-mala-suerte- lo leas y te den ganas de ganar miles de finales a la vida, cientos de suspiros al viento... De eso, que a mi ya no me queda.

25 de marzo de 2014

Soñar.

Hoy he vuelto a soñar contigo, he vuelto a soñar que existías, que te conocía. Hoy he vuelto a soñar que la poesía se hacía persona y se quedaba a dormir al calor de los versos de mi libro de Neruda. Muy cerca de mi insomnio. Pegada a mis labios.
He pensado en recitar en tu cuello pero Madrid me ha pedido exclusividad y es que desde que tu locura invadió mis venas mis palabras son susurros en forma de versos, y joder, escupo tinta cuando no me quedan demasiadas lágrimas... Ni cerveza.
Que he decidido dibujar tus pecas en el techo, para dormir contando estrellas y me he tatuado tus ojos verdes para nunca dejar de mirarlos... Para seguir soñando. Esta noche también.

2 de marzo de 2014

Entre tequilas.

La noche nunca ha apagado mis ojos, más bien, el vacío ha sido el despertarme sin los tuyos, la resaca sin y de ti.
Las cervezas y el tequila me han convertido en un vagabundo de tus calles, mi cigarro tu boca, tus labios secos y tu risa tonta.
Y que llevo ya mucho tiempo sin poder dormir, por la ventana abierta que espera que recorras el mundo y te cueles en ella, por el frío de tu ausencia.
Que mis versos no saben susurrar si no es a ti, a tu jodida locura y a algún sinsentido de esos tuyos, algún que otro "joder, (llamemoste X), cállate, pero nunca dejes de hablarme"
Has sustituido al insomnio en mi almohada, la has llenado de metáforas y te has ido pronto... Dejándome con mil ganas de hacerte poesía... Y seguir con el tequila.

10 de febrero de 2014

El escondite de las palabras.

Como una mirada a oscuras o un susurro en el silencio, nos encontramos cara a cara y las palabras se escondieron entre el piercing de tu nariz y los versos de mi libro de Lorca. Se escondieron porque la lluvia no mojaba más allá de tus pestañas, que nunca se han atrevido a hacer sombra a tus ojos. Y tus ojos se volvieron marca de mi insomnio y también tachones en algún papel sin sentido, que en cualquier papelera sin futuro han decidido morir, morir... Como mueren los días esperando alguna palabra que salga de su escondite a disfrutar de tus miradas, tus susurros... Mis "¿Por qué's?".

29 de enero de 2014

Cada mañana.

Cada mañana oscura, ahogada en un cielo gris, volando en un mar agitado.
Cada suspiro sabor café, cada bus repleto de miradas, cada libro, cada canción suicida, todos esos gritos reprimidos en gargantas secas de tanto -beber(te)-y-ahora-lo-necesito-.
Cada cristal empañado, cada verso escrito en él, cada lágrima, llámalo lluvia, que lo borra.
Cada espera(me) a oscuras y cada grado bajo cero que han dejado tus lunares en mi almohada, esperando un sueño, hablando de realidad, que deshaga el frío, que haga el caos. También entre nosotros.
Cada boli, que sin tinta muere en versos de -el jodido bus de siempre-, y muere sin más. Legado de tachones, y también ¿por qué no? de alguna palabra con sentido. Palabras que quieren verte despertar e irse, con frío, pero cargadas de metáforas.
Somos realidad golpeándonos la cara como el frío de invierno... cada mañana

19 de enero de 2014

Tierra que buscas libertad

Volvimos recorrerte
vestidos de morado
y con estrella roja.

Volvimos a recorrer
cada grito, cada golpe,
cada persona sin casa,
puño, corazón, bien alto.

Excavando, encontramos sangre en los zapatos,
eran del 33 y jamás se cansaron de andar.
Las cunetas los enterraron,
entre restos de lágrimas, montones de dignidad.

Leíste a Lorca 
y te perdiste entre líneas,
también entre las de las Brigadas
que desde las estrellas vinieron,
Como Picasso, Machado... Gritando.
-Libertad-.

Y también,
me encontraste a mi,
susurrándote, libertad, viento
como dice Hernández.
Del pueblo...
Tierra. Del pueblo.