29 de enero de 2014

Cada mañana.

Cada mañana oscura, ahogada en un cielo gris, volando en un mar agitado.
Cada suspiro sabor café, cada bus repleto de miradas, cada libro, cada canción suicida, todos esos gritos reprimidos en gargantas secas de tanto -beber(te)-y-ahora-lo-necesito-.
Cada cristal empañado, cada verso escrito en él, cada lágrima, llámalo lluvia, que lo borra.
Cada espera(me) a oscuras y cada grado bajo cero que han dejado tus lunares en mi almohada, esperando un sueño, hablando de realidad, que deshaga el frío, que haga el caos. También entre nosotros.
Cada boli, que sin tinta muere en versos de -el jodido bus de siempre-, y muere sin más. Legado de tachones, y también ¿por qué no? de alguna palabra con sentido. Palabras que quieren verte despertar e irse, con frío, pero cargadas de metáforas.
Somos realidad golpeándonos la cara como el frío de invierno... cada mañana

No hay comentarios:

Publicar un comentario