30 de julio de 2013

Durmiendo en sus lunares.

Y allí se quedó el recuerdo, a dormir en sus lunares.

Fue un instante, suficiente, un suspiro del viento, algo que encerró su pelo en una corriente gélida que la hizo flotar. Y entonces yo me congelé al mismo tiempo, entre las aguas inmensas de su espalda, y fue allí, donde tal movimiento, no solo de sentimientos, me hizo marear, volar y quizás por eso hoy no pueda expresarme, no me permita recordar.

Entre sus infinitos lunares y la simétrica curva que era su columna vertebral, me perdí, y conmigo el recuerdo, que cómodamente entre una de esas constelaciones que residían en su espalda se quedó para siempre, a vivir, a soñar, cálido, buscando sus caricias, buscando ser un recuerdo nunca olvidado. 
Sólo entre ella. 

10 de julio de 2013

Insomnio

Porque las noches de verano se hacen más llevaderas cuando el insomnio no sólo se apodera de ti.
El desahogo de noches de calor junto a @olgapablo9

8 de julio de 2013

De mentiras y naufragios de verdad.

Mientras aprendemos a vivir, 
nos perdemos en un mar de mentiras. 

Y ese mar se llena de mil olas con tu forma,
de largas noches de conversación infinita,
de libros enmarcados en la eternidad,
de insomnio duramente personificado
y de ojeras y labios jodidamente secos.

Pero de pronto despertamos, aprendemos,
y deseamos dejar de nadar en la mentira.

Y es cuando naufragamos en la realidad.

Dura, pero real. 

7 de julio de 2013

Diario de un trayecto.

Diario de un trayecto,
allí donde eras tu la partida
y una incógnita el destino.

Un destino que parada a parada
se nublaba, como tus ojos
cuando acariciábamos el futuro.

Y fue el futuro un reflejo, oscuro,
si, como cada túnel atravesado,
del doloroso presente vivido.

Vivía, pero de mentira, 
como cuando andaba,
sólo mirando al suelo.

Pero el suelo no hablaba, 
y yo, agobiado, sin consuelo,
no logré encontrar respuesta.

Sólo pude mirar tu reflejo, 
en la ventanilla más sucia,
y seguir escribiéndote.

Te escribí, pero no encontré respuesta, ni la tuya tampoco, y sólo pude encaminarme a un futuro donde aún quedaran cosas que perder, porque ya sabes que soy un suicida, sin miedo al derrumbe, sin miedo a perderme en el trayecto, ni en tus labios. 
Y sólo pude firmar con tus iniciales este diario de viaje, que agoniza, sin tu gesto pensativo reflejada en mi ventanilla.

4 de julio de 2013

Frío, viento, hojas caídas.

Frío, viento, hojas caídas; 
invierno, y lluvia, 
con cada una de sus minúsculas gotas
 muriendo por mis rojizas y frías mejillas, 
la realidad mi única acompañante,
 la soledad mi única amiga.

Y llegar a casa, al calor del hogar,
 al calor de la incertidumbre,
 la incertidumbre de no saber 
ni siquiera que será de ti mañana,
 el calor de lo incierto acecha, 
la oscuridad, la muerte asusta, 
pero no tanto como no poder expresarte, 
no tanto como ser preso 
de lo que no llegan a ser tus palabras, 
quizás una barrera psicológica
 o una cárcel metafórica, 
pero lo que antes eran sueños
 ahora son pesadillas,
 quizás hace poco una lágrima, una sonrisa,
 un beso eran mi llave, mi escapatoria, 
pero ahora solo un boli firmará mi libertad, 
un suspiro mi sentencia.

El recuerdo de hace algún tiempo, 
lo que me permite seguir escribiendo,
 estas palabras mi libertad, 
mi libertad en mi mano, en mi cabeza, 
en mi corazón, en sus besos, 
mi opresión su recuerdo
 del que con estas palabras, mi libertad,
 intento escapar, 
huir como niño a paraísos imaginarios, 
idealizados por el poder de la inocencia,
 volver a hace un año, 
cuando cinco palabras te hacían feliz y 
cuando cada error, 
cada golpe te desilusionaba 
como sí fuese el último .

Fueron sueños frustrados, 
atados a una corta esperanza, 
vestida de negro, disfrazada de blanco,
 sueños que como la luna 
se esconden de día , 
refugiándose  en una luz 
que algún día se apagará, dejará de brillar, 
pero ese falso resplandor ,
 ese brillo que en sus ojos 
muestra un intenso marrón 
me hace mantenerme en pie,
 con un mínimo sentimiento de esperanza,
 Miguel Hernández escribió que por la libertad 
sangraba, luchaba, pervivía; 
en sus ojos mi libertad,
 en sus ojos mi sangre, mi lucha, mi vida.


No intentéis buscar sentido a estas palabras, no lo encontrareis, solo mirad detrás de los sentimientos, no de las letras, mirad un eterno invierno y el sueño de una florida primavera, que esconda la libertad que no encuentro en lo que no son palabras, sólo sentimientos. Mirad el homenaje a la libertad, a Lorca, a Neruda, a Miguel Hernández.

3 de julio de 2013

Noche, lágrimas y libertad

Sus ojeras, que no eran más que el reflejo de una inmensa belleza y del cansancio acumulado por un esfuerzo  en balde, volvieron a brillar e iluminaron así la noche más oscura de las que logré recordar; sus eternos ojos marrones que habitualmente habían sido los faros que me guiaban hacia la tranquilidad más profunda, hacia la respiración más pausada, hoy, esta noche de oscuridad, cuando más los necesitaba, se encontraban nublados, difuminados por una lágrima, dos, o quizás tres que rozando el filo de aquella fina nariz se adentraban en la cueva que suponían sus labios, esos preciosos rojos labios, que con la separación de un pequeño lunar, resaltaban el blanco abismo que suponía su cara; y todo, para que aquella pequeña lágrima, tratada por su piel con sumo cuidado,desembocara en el infinito mar de su cuello, en el que tantas veces perdido me había encontrado.

Su espalda ,que conocía como un cartógrafo conoce sus mapas, pegada a la mía trasmitía un reflejo de desesperanza, un grito similar al de Van Gogh, demasiadas imágenes, imágenes de lo que un día fue su gran sueño, y hoy, tres años y mil golpes después eran su pesadilla más grande, su angustia más opresora, el signo de la huida de aquella lágrima que emigraba de sus ojos para perderse, para encontrarse en el vacío, símbolo de una libertad robada, robada...

Resaca de ti

Veintiséis putas horas sin dormir, 
veintiséis putas horas trajeado, 
aunque no puedo negar que más putas han sido
las de los dieciséis años que te he estado esperando.

Y hoy que al fin llegas,
hoy que al fin te encuentro, 
estos pies ensangrentados 
y estos labios secos,
que nunca pararon de escupir(te),
que nunca pararon de llorar(te)
solo tratan de impresionar 
con una rasgada y malvada sonrisa
a la mujer de tus tacones 
y a la niña de tu mirada
que a mis rojos ojos enamora.

Y me duele la cabeza
de tanto recordarte.
Que esta resaca invulnerable 
no es de alcohol, fiesta o sangre,
esta resaca que tanto escuece 
es de no poder quererte.

Y duele mucho no poder quererte,
casi tanto como las horas que llevo sin dormir, 
sólo imaginándote:
Ya son más de veintisiete, todas ellas
inventando excusas para tener algo que escribirte.


Sigo con resaca de ti.

Ríos de tinta.

Eran noches de verano,
noches eternas,
de versos sin rumbo
y sueños en vela.

Vientos fríos,
suspiros helados,
solo ríos de tinta
en mis venas.

Sangraba, escribía.

2 de julio de 2013

Nunca fui de princesas.

Miro atrás. Suspiro. Sonrío. Sonrío, como el primer día que citaste, en un arrebato de locura, al genio Neruda, y sonreí, porque fue el primer momento en el que de un suave mordisco, menos doloroso de lo que jamás habría soñado, arrancaste de mis ojos la soledad y de mis labios las telarañas de mil intentos de libertad frustrados. Y sonreí, porque no pude más que susurrarte muy bajito y muy lento al oído, que yo nunca fui de princesas, siempre me gustaron más las poetas, las musas. Te confesé en un suspiro que mi sangre era morada y que en vez de corona, te construiría un gran castillo, lo prometí construir con las palabras más bonitas que jamás leerías procedentes de estos dedos doloridos de tanto escribirte, y de estos labios sangrantes de tanto soñarte. 

Y hoy, sigo cumpliendo mi promesa, sigo construyéndote un lugar donde podamos soñar siendo libres, un lugar que no sea Real, porque recuerda que sigo siendo de sangre morada, y siguen sin gustarme las princesas, ni las reinas, sigo enamorándome de musas, idealizaciones y poetas.

1 de julio de 2013

¿Bailamos?

Andamos, sí, pero he de confesarte, que nunca lo vi así, y sigo mirándolo, mirándote, fijamente y muy detalladamente , y sigo sin verte real, cosas de sueños, supongo. Y cosas de sueños, debe ser, sin quererme ir del tema, no verte andar. Solo bailar. Nos veo bailando la melodía más bonita y más lenta que nunca he escuchado, realmente irreal. Pero también bailas, a veces, muy rápido, demasiado, y tengo miedo, lo confieso, de perderme, y perderte a la vez, porque además bailas bien, y yo no soy chico VIP,  ni mucho menos, no se bailar, sólo seguirte, y ni siquiera soy capaz de hacer un poquito de sombra,  en esta noche ya entrada, a tus ojos, que siguen marcándome el camino entre la oscuridad. Y tengo miedo, te lo juro.

Pero el miedo, aunque duro, todavía me deja disfrutar de la lista de reproducción con la que bailamos, con sólo tres pistas, "Pasado", "Tu" y "Futuro", y en esta noche en la que no puedo dejar de pensar sólo suena el "Tu", ¿Por qué será?, quizás hayas eclipsado al tiempo, y este se haya parado con ganas de que me ilusione, por lo menos, con que mañana, el "Tu", no haya dado paso a "Futuro", porque yo sigo queriendo escucharte. 
La esperanza da la vida dicen, a mi me la quita, y en esta noche lluviosa, sólo tu sonido y tu recuerdo me la da, pero temo que sólo brevemente, y eso quizás signifique, que mañana solo viviré entre sueños, en "Futuro", recordando el "Tu",  que ya será parte de "Pasado", y de verdad joder, me niego.

Y ahora, en esta noche oscura, y estrellada a la vez, en la que no puedo parar de pensar(te), y en la que muero, no sólo de sueño, mis ojeras de "noche sin dormir", no saben como acabar. Sólo. Después de esto vacío, sólo con un nudo en la garganta. Tu. No quiero tragarte, quiero seguir teniéndote muy presente. ¿Bailamos?