30 de septiembre de 2013

Mañanas de rutina sin ti.

Como una negra sombra
que apaga tus alegres ojos.

Como un momento de locura
en una mañana olvidada,
enterrada en la locura
de mil poetas sin musa,
si quiera sin boli.

La locura de recordarte
durante estas seis horas
de cárcel constante,
en la que la biología
no es más que tu forma,
las matemáticas,
la incógnita,
tus ojeras.

Y nuestras miradas
algún día olvidadas
a la oscuridad
de un susurro perdido,
la filosofía,
Sócrates muero por justicia,
Marx anhelando libertad. 

22 de septiembre de 2013

Desde qué te fuiste...

Desde qué te fuiste la tinta no ha vuelto a recorrer mis venas. Desde qué tus ojos azules se apagaron sumergidos en una despedida inexistente, sólo veo sombras, y a veces tu recuerdo que llora en cada esquina, buscando la realidad que aquel día se evaporó con otras tantas ilusiones. Desde qué tu sonrisa se perdió en lo eterno de aquel -adiós- mi letra ha cambiado y ahora busca otra musa que con una caricia le de forma, para volver a brillar. Desde qué tu pelo rubio me acarició por última vez el otoño se ha apoderado de mi, lleno de caídas.

Sigo mordiendo la distancia a kilómetros cada vez que recuerdo como me quedé callado, mirando el piercing de tu nariz y nunca te dije esto, lejos, en una tarde de lloroso o lluvioso (no recuerdo muy bien) verano.
Y ahora sólo me queda escribir(te) con la esperanza de que algún día me leas, al igual que yo te sueño.

9 de septiembre de 2013

Olvidado.

Como un cuaderno en blanco
en una habitación oscura.

Como aquella musa de ojos verdes
sentada en la mesa de en frente.

Como todos esos héroes,
corazón morado,
enterrados en cunetas.

Como ese libro de Benedetti
en una desierta biblioteca.

Como unas pecas anónimas
en la foto del corcho.

Como Lorca, fusilado, 
suplicando "medio pan y un libro".

Olvidado...
Pero buscando eternidad.

2 de septiembre de 2013

Devolverme a ti.

La calle está vacía,
y la noche
es demasiado gris
como para
no mirarte
a los ojos,
e iluminar
la constante caída,
el eterno bucle 
en el que 
se ha convertido,
en el que 
has convertido
mi vida.

Y todavía 
sigo aquí,
preguntándome 
cómo tus labios
pueden,
con un toque 
de magia,
salvar la caída y
devolverme 
a la superficie,
devolverme
a ti.